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Què us trobareu aquí? Què és, amb tot el que la xarxa ofereix a tots els nivells per tothom, el que nosaltres podem aportar de nou a dins un món tan vast com aquest, el món literari? Doncs una cosa molt senzilla: Que tots nosaltres, els autors d’aquesta web, som de casa. Parlarem de moltes coses; dels best-sellers que us agraden, dels gèneres que més us interessen, de les novetats literàries, dels grans clàssics... Posarem al vostre abast totes les nostres aportacions: articles de diferents temes, contes, novel·les i narracions, còmics i il·lustracions, perquè conegueu la nostra obra i, fins i tot, ens feu arribar la vostra perquè puguem compartir-la i conèixer-la.

Com farem tot això? Doncs mitjançant els vostres comentaris. Així podrem saber quins temes us interessen més, per orientar les nostres publicacions setmanals als vostres gustos, per parlar dels temes que realment us resultin interessants. I amb les vostres critiques als nostres escrits ens ajudareu a créixer com escriptors.

El nostre desig és, per sobre de tot, fomentar el vostre interès per la literatura, ja que només la lectura ens transporta de manera duradora a altres espais, a altres universos; la lectura, com cap altra cosa, ens ensenya l’empatia i ens culturitza, ens fa enamorar-nos, plorar, riure i viure a dins del cap d’altres persones com res més ho aconsegueix.

Per tot això, us convidem a tots vosaltres a prendre amb nosaltres un cafè a la plaça.

Us esperem.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Brumario

Como el encanto de la decadencia, de lo que se está escapando de las manos como arena en un reloj, grano a grano, la vida llega al otoño y las articulaciones ya no responden igual, ni la vista aprecia los matices en la lejanía ni en la distancia corta. El cabello ya no es aquella mata espesa que fue y la piel se aja, las formas pierden firmeza y la memoria (bendita, maldita)  abandona la perspectiva y se sesga, se torna imprecisa y sin detalles, todo aquello que se llama recuerdos se difumina y cuesta más de aprehender, perdiéndose por el único hueco de la mano cuanto más aumento la presión para no seguirla perdiendo, para no sentir que se va. A cambio, la plenitud de aquellos a los que entregué cuanto soy, creciendo, siguiendo su camino en la línea perfecta de su propio momento, de su propio tiempo. Y el compañero cercano, cada vez más, contra todas las leyes de la física y de la lógica, aumentando su interés por cuanto me incumbe, los cuidados, la admiración, el apoyo, el calor. La experiencia que dolió, que melló, dejó cicatrices visibles pero bellas, de esas que te hacen parecer interesante y te distinguen de aquella jovencita hermosa, sí, hermosa, pero con poco que dar, con poco que ofrecer. La jovencita que fui, de bella figura y caótica mente, sin encontrar, sin ver hacia dónde, hasta cuándo. A cambio, esta mujer, con todo un bagaje a la espalda, con tanto por aprender todavía, con la seguridad de que nada es seguro, de que cada día puede ser el último y es como si fuera el primero. Sangre que se modera, que ve ya no sólo lo blanco y lo negro, si no todos los colores del Arco Iris, todo lo que puede aceptarse, todo lo que debe mirarse con tantas, tantas perspectivas distintas. La mujer que comprendió al fin que sus ojos ven desde una curvatura de cincuenta milímetros, y los del perro en dos colores, y los de la mosca en miles de prismas, y cuál es entonces la realidad, quien soy yo para decir que la mía y no la del perro, o la de la mosca. Casi medio siglo. Vértigo, miedo y, a la vez, la inevitable sensación de felicidad, de plenitud. Sólo una vida, pero muchos días. Muchas horas, muchos minutos. Qué haces, deja de leer. Vete a respirar.


Gemma Minguillón

3 comentarios :

  1. Tienes una prosa que invita a seguir leyendo, perderse entre tus letras claras, diáfanas, no por ello exentas de belleza. Sí, Gemma, llegamos al otoño de nuestros días como aves migratorias, de paso. Perdurarán nuestras letras, mientras existan lectores. Mi total enhorabuena por éste post

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  2. Un millón de gracias, Danae, me alegro de que te haya gustado y sí, entre otras cosas, también escribimos para ser un poquito inmortales, en la medida que sea. Un abrazo.

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  3. Una prosa identificatoria que invita inevitablemente a la reflexiòn.

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